Gato, Gestación

Todo lo que debes saber sobre el embarazo de tu gata

Aunque los gatos son unos animales formidables, fuertes y con mucho instinto, ante situaciones tan delicadas como un embarazo van a necesitar toda tu ayuda.

Ante la sospecha de que tu gata está embarazada, lo más indicado es llevarla al veterinario para que evalúe de cuántas semanas está y para que pueda examinar su estado de salud general. El embarazo de una gata dura tan solo entre 64 y 67 días, así que será conveniente llevarla en cuanto sospeches de la posibilidad.

La supervisión del especialista hará que se despejen dudas y se eviten situaciones de riesgo.

Si tu gata ya está vacunada , perfecto. Pero si no lo está, es posible que no se le puedan administrar vacunas durante el embarazo.

La desparasitación también será un tema a tener en cuenta puesto que esta afección puede ser transmitida a los gatitos (en el caso de parásitos internos). En cuanto a las pulgas, pregunta a tu veterinario qué producto es aconsejable utilizar teniendo en cuenta el embarazo de tu gata.

¿Cómo puedo saber si mi gata está embarazada?

Una gata puede haber alcanzado su madurez sexual pero no estar aún lista para llevar un embarazo. La madurez sexual se alcanza en torno a los 6 a 9 meses de vida. El signo más obvio es el ensanchamiento de su abdomen, pero también puedes observar otras señales:

  • Pezones y mamas más hinchados
  • Zona genital inflamada y sensible
  • Disminución del apetito (al principio del embarazo) y aumento en una etapa posterior
  • Aumento de las horas de sueño al día

Cambios en el comportamiento de una gata embarazada

Los gatos tienen un comportamiento que puede variar mucho de unos individuos a otros, pero lo más habitual durante la gestación es que tu gata reclame más tu atención. Los mimos y juegos le harán reforzar su vínculo contigo y alejar el estrés, pero siempre adaptándolos a su movilidad.

En otros casos puede ser que tu gata reclame más espacio y se muestre arisca. Respeta las distancias para no estresarla y espera pacientemente a que todo vuelva a la normalidad .

Es mejor que evites tocarle la barriga (aunque muchos gatos ya lo ponen realmente difícil) y, si tienes que cogerla en brazos, levántala de sus “axilas” e “ingles”, dejando su tripa libre de presión. Además puedes notar que tu gata tiene náuseas, como las gestantes humanas: es una reacción normal a sus cambios hormonales.

La alimentación de una gata embarazada

La comida para gatos adultos será suficientemente buena para tu gata embarazada, pero añadir un extra de energía que cubra sus nuevas necesidades será una buena idea. Para ello encontrarás fórmulas específicas para gatitos pequeños, que en este caso serán perfectas para la futura madre.

El alimento para gatitos es alto en proteínas y calorías, y si lo sigue tomando una vez hayan nacido los gatitos (necesitará nutrirse bien para amamantarlos), ellos imitarán su comportamiento y empezarán a comer el mejor alimento posible.

Ten en cuenta que el pienso seco es más calórico, así que si toma alimento húmedo el incremento deberá ser algo mayor.

Si a tu gata no le gustan los cambios en la comida, ve introduciendo el nuevo pienso poco a poco y respeta sus preferencias en la medida de lo posible (pienso húmedo o pienso seco).

Una gata debe tomar alrededor de un 50% más de lo habitual, aunque dependerá de cada individuo pudiendo incluso duplicar la cantidad. Ofrécele comida de forma más frecuente y cuida que tenga siempre agua fresca a su alcance.

El momento del parto

Cuando se aproxime la fecha del parto es posible que tu gata coma menos, es completamente normal. Puede tener entre uno y seis gatitos, después de un parto que puede prolongarse durante varias horas durante las cuales tendrá contracciones. Si hay niños en casa, hazlos partícipes pero enséñales al mismo tiempo a respetar el espacio de tu gata en un momento tan delicado.

embarazo-gatas

Prepárale un lugar donde tener a sus gatitos y, si al final los tiene en cualquier otro lugar, no tengas miedo de trasladarlos. Tocar a los gatitos no va a hacer que los rechace y quizá los estés situando en un lugar más seguro y cómodo.

Una almohadilla de calor puede ser muy útil para crear un espacio confortable

Aún así, es bastante probable que dé a luz y amamante a sus gatitos donde ella elija. Ten preparada una fuente de calor agradable y sin peligro para los gatitos para los momentos en que su madre no esté con ellos.

Confía en tu gata y en sus instintos, seguro que su parto irá de maravilla. Pero ante cualquier duda, consulta a tu veterinario que podría plantear la posibilidad de una cesárea.