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Con el paso del tiempo, y de forma natural, los microorganismos que tratamos farmacológicamente (bacterias, virus, hongos y parásitos) cambian ―generalmente, por modificaciones genéticas― y acaban desarrollando resistencia a los medicamentos de uso común, o lo que es lo mismo, dejan de responder a ellos. Este proceso se conoce como resistencia a los antimicrobianos (RAM) o farmacorresistencia.

El principal factor que determina la aparición de patógenos resistentes es el uso indebido y excesivo de los antimicrobianos, sobre todo de los antibióticos.

La RAM es una amenaza para la salud y el desarrollo mundiales, tanto en animales como en humanos. Dada su importancia, del 18 al 24 de noviembre se celebra la Semana Mundial de Concienciación sobre el Uso de los Antimicrobianos (WAAW, por sus siglas en inglés), con el objetivo de concienciar sobre la resistencia a estos fármacos y fomentar mejores prácticas en el manejo de los antibióticos.

¿En qué puede afectar a tu mascota un mal uso de los antibióticos?

Los antibióticos son medicamentos que se prescriben, de forma muy común, en la consulta veterinaria, para combatir una infección provocada por alguna bacteria.

A pesar de sus conocidos beneficios, no siempre somos conscientes de las consecuencias negativas asociadas a su uso incorrecto (interrupción del tratamiento, automedicación, reutilización de fármacos antiguos, etc.) ni de los graves peligros que pueden suponer tanto para la salud de tu perro o gato como la del resto de miembros de la familia.

La resistencia a los antibióticos incrementa el riesgo de propagación de enfermedades, de aparición de formas más graves de estas e incluso de muerte. Además, supone una mayor carga económica, ya que alarga la duración de la enfermedad y del tratamiento porque las infecciones son más difíciles de tratar, y resulta en la necesidad de prescribir terapias alternativas eficaces frente a estos patógenos, que suelen ser de un coste más elevado.

Recomendaciones

A continuación, podrás ver algunas recomendaciones para un uso seguro y responsable de los antibióticos:

• Lo primero y más importante de todo: no automediques a tu mascota (ni a ti misma/o). Acude al veterinario si tienes dudas acerca del estado de salud de tu compañero peludo, y haz uso de los antibióticos únicamente cuando te hayan sido prescritos por un profesional.
• Una vez confirmada la necesidad de un tratamiento antimicrobiano, sigue las pautas terapéuticas rigurosamente. Ten en cuenta el tipo de fármaco prescrito, la cantidad y dosis de este, así como los intervalos de administración pautados.
• Aunque parezca que tu perro o gato se encuentra mejor, no interrumpas el tratamiento cuando los síntomas mejoren; complétalo según la duración establecida, ya que las infecciones pueden permanecer latentes, ocultas.
• Es fundamental que no reutilices un medicamento prescrito para un animal en otro animal diferente, ya que cada uno tiene sus necesidades individuales.
• Finalmente, mantén unas buenas prácticas higiénicas antes y después de administrar antibióticos a tu compañero, y desinfecta tus manos cada vez que tengas contacto directo con una infección.

Como habrás podido comprobar, los antimicrobianos son medicamentos muy preciados que permiten tratar importantes enfermedades en humanos y en animales. A través de un uso responsable, podemos ayudar a mantener la eficiencia de estos importantes recursos.

Y tú, ¿te sumas al uso responsable de los antibióticos? ¡La respuesta correcta está en tus manos!