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Gatos y perros necesitan por igual que cuidemos su higiene bucal, pero cada animal es un mundo y con algunos resulta mucho más sencillo que con otros, por resultarles más o menos estresante la manipulación en esa zona tan delicada.

¿Por qué es tan importante la higiene bucal de tu mascota?

Tanto en perros como en gatos, unos buenos hábitos de limpieza, pueden ahorrar muchos problemas de salud dental, como el de la enfermedad periodontal y la gingivitis, que pueden derivar en la pérdida de piezas dentales. Es por esto que, además de acudir al especialista, puedes realizar ciertas revisiones preventivas:

• Revisa en busca de sarro, el resultante de la calcificación de la placa dental, que pasa de color blanco a blanco amarillento e incluso tonos más oscuros.
• También debes prestar atención a la aparición de algún bulto o inflamación, podría ser un signo de infección bucal que puede derivar en enfermedades mucho más graves.
• Observa si notas algún cambió de coloración en las encías, o algún cambio en la conducta, como babeo, bocas abiertas o cambios en sus rutinas alimenticias.

Consejos de limpieza bucal en gatos

Los felinos son animales resistentes, pero eso no significa que podamos descuidar algunas buenas costumbres. El mal aliento puede ser un síntoma inequívoco de que tu gato necesita una limpieza. Con el sarro y la placa dental pueden desarrollar infecciones que deriven en una molesta inflamación.

Debes tener en cuenta que, salvo ejemplares confiados y con buena socialización , suelen ser malos pacientes. La manipulación en los gatos es complicada y eso puede dificultar una buena revisión dental.

Qué debes tener en cuenta para la higiene de tu gato:

• Realiza la limpieza con mucho cuidado, utilizando productos exclusivos para higiene que encontrarás en tiendas especializadas, como es el caso de los cepillos especiales (llamados dedales, porque rodean a nuestro dedo para que tengamos mayor control)
• Para que no se sienta agobiado, es mejor completar la limpieza en dos o tres veces que retenerlo mucho tiempo contra su voluntad.
• Puedes incluir suplementos de limpieza en su agua que ayuden a mantener sus encías libres de infecciones.

Además de las tareas rutinarias de limpieza, a partir de los seis meses te recomendamos llevarlos periódicamente a un profesional que revise el estado de su boca y que pueda, de ser necesario, llevar a cabo una limpieza dental o incluso un baño de flúor.

Si te sientes capacitado y tu mascota es tranquila, puedes probar a limpiarle el sarro por ti mismo. A partir de los tres años suele ser cuando comienza a acumularse y puede causarles problemas. También existen juguetes que les ayudan a mantener sus dientes más limpios.

Consejos de limpieza bucal en perros

Gatos y perros comparten problemáticas similares en lo que a limpieza e higiene bucal se refiere. En el caso de los perros puede ser un poco más fácil tenerla al día, puesto que algunas razas son grandes y es más fácil acceder a los rincones entre sus dientes, y les puede resultar más sencillo confiar y dejarse manipular por los humanos .

Por tanto, para llevar a cabo la higiene bucal de tu perro:

• Utiliza dedales, pastas y colutorios que te ayuden a mantener sus encías impecables.
• Proporciónale algunos juguetes para roer con los que irán limpiando sus dientes.

Las limpiezas con ultrasonidos en el veterinario

Si nuestra mascota requiere de una limpieza profesional a fondo, debemos tener en cuenta que esta suele hacerse bajo condiciones de anestesia general, ya que se necesita que esté completamente quieto. Nuestro veterinario valorará si esta medida puede afectar a su salud y proporcionarnos más información para que tomemos decisiones que afectan a su bienestar.

En estas intervenciones o tratamientos se utilizan irrigadores de agua, por lo que el riesgo de atragantamiento y ahogamiento es real, de ahí que se necesiten animales en situación de reposo total.

Invertir tiempo en convertir la tarea de limpieza bucal en un acto que se realiza con calma, a cambio de pequeñas recompensas y cariño, y con mucho cuidado para no hacerles daño, nos compensará a nosotros y a ellos.

Ser constantes en la vigilancia y mantenimiento de sus dientes es muy importante, y su bienestar redundará en una convivencia feliz con el resto de la familia.