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Convivir con perros y gatos con frecuencia nos da algún que otro quebradero de cabeza en cuestión de higiene. Bañarlos en casa es una solución económica, pero debemos tener en cuenta que no contamos con la infraestructura, conocimientos o productos de los profesionales de la higiene animal.

Sin embargo, no es una misión imposible: es posible si sigues unas ciertas reglas que, sobre todo, les harán el trance mucho más llevadero a ellos y, además, te evitarás causarles perjuicios en la piel o originar un pequeño desastre en casa.

Vamos a tratar de responder a todas las preguntas que se efectúan los humanos que conviven con perros y gatos a la hora de pensar en el baño, y a proporcionar unos cuantos trucos para que humano y animal se estresen lo menos posible y consigan incluso convertir el ritual del baño en algo placentero .

¿Con cuánta frecuencia hay que bañar a un perro o un gato?

La piel de perros y gatos no está preparada para la agresión diaria de jabones y aguas duras, por tanto no está recomendado en ambos casos el baño diario:

• Frecuencia ideal de baño para perros: Si tu perro tiene el pelo largo o mucha actividad física que implique ensuciarse, puedes lavarlo aproximadamente una vez al mes. Sin embargo, para perros de pelo corto que no realicen actividades en las que tengan contacto con barro o cualquier tipo de suciedad, podemos alargar estos periodos hasta dos meses. De cualquier modo, podemos alargar cualquiera de esos dos periodos a base de buenos y concienzudos cepillados, que te permitirán mantener su pelo libre de enredos o posibles parásitos.
• Frecuencia ideal de baño para gatos: Como normalmente viven en el interior de nuestras casas y además pasan mucho tiempo aseándose, no requieren un bañado tan frecuente como el de los perros. Los gatos de pelo corto pueden tener suficiente con un par de baños al año (cada 6 meses), pero los gatos de pelo largo pueden necesitar pasar por el agua más o menos una vez al mes.

Trucos para sobrevivir al baño de nuestras mascotas

Salvo algunas razas de perros, la mayoría de perros y gatos van a tomarse el baño de manera negativa, así que aquí te dejamos algunos tips que te ayudarán:

• Prepara el espacio: cierra las puertas para evitar que huyan o se escondan y ten a mano lo que vayas a necesitar, como toallas, cepillo o champú. Recuerda utilizar productos de higiene específicos para tu mascota.
• Ayuda a que se sienta cómoda: sitúa a tu mascota en un lugar adecuado a su tamaño (bañera, ducha, pila), que le permita levantar la cabeza. Puedes colocar una toalla alrededor de las orejas para evitar que le entre agua en los oídos. Tanto perros como gatos se van a sentir más seguros si no los sumerges en agua más allá de un tercio de sus patas.
• Usa un tono calmado: Durante todo el baño, habla de forma suave y tranquila, ayudará a asociar el baño a un momento positivo.
• Realiza un secado suave: En verano probablemente sea suficiente con una toalla, pero el resto del año es posible que tengas que recurrir al secador sin acercarlo demasiado a su piel.  Si el sonido del secador es un inconveniente, puedes probar a colocarlos delante de una fuente de calor (una estufa, por ejemplo).
• Otras tareas de aseo: si has conseguido que esté tranquilo será una buena idea acumular todas las tareas de aseo en un solo momento, como cortar las uñas.

Si incluso con estos consejos el momento de la higiene si se convierte en una situación muy estresante, será buena idea recurrir a profesionales de la higiene animal.