Desparasitación

10 cosas que no sabías sobre las pulgas y tu gato

¿Tu gato ha tenido pulgas alguna vez en su vida? En la mayoría de casos la respuesta es la misma: sí. Y es que las pulgas son parásitos que afectan muy habitualmente a los gatos, de forma que la mayoría de las personas que conviven con estos animales han tenido que lidiar con la presencia de pulgas en diferentes ocasiones.

¡Sigue leyendo y descubre algunas curiosidades y consejos que te ayudarán a conocer mejor la vida de estos insectos y cómo tratarlos!

Pulgas en gatos: diez curiosidades y consejos

Gato con la boca abierta  Descripción generada automáticamente

  1. Las pulgas no vuelan porque no tienen alas. Sin embargo, tienen una gran facilidad para saltar y moverse rápidamente entre el pelaje de tu gato.
  2. Las pulgas pueden saltar hasta 15 centímetros hacia arriba, a pesar de su pequeño tamaño. Haciendo uso de sus patas traseras, saltan de un animal a otro en busca de nuevos huéspedes de los que alimentarse.
  3. Las pulgas ponen muchísimos huevos. De hecho, una pulga adulta hembra es capaz de poner hasta 40-50 huevos en un solo día.
  4. Las pulgas pueden beber hasta 15 veces su peso en sangre, cada día. Son insectos hematófagos, es decir, su fuente de alimento es la sangre del animal al que parasitan. En gatos jóvenes, viejos o debilitados, pueden llegar a causar anemia, debilidad e incluso la muerte.
  5. Las pulgas pueden causar picor y rascado en los gatos no alérgicos como consecuencia de la irritación que provoca su deambulación por la piel o sus picaduras. En los gatos alérgicos, se puede llegar a observar caída del pelo, aparición de heridas con costra u otras lesiones más graves.
  6. Una sola pulga puede causar dermatitis alérgica. En algunos gatos, tan solo es necesaria la presencia de una pulga para desencadenar dermatitis alérgica por picadura de pulga (DAPP), la cual puede provocar picor y rascado intensos.
  7. Las pulgas pueden transmitir enfermedades y parásitos externos e internos. Dipylidium caninum, Bartonella henselae y Rickettsia felis son algunos de los principales agentes patógenos que pueden infectar a tu gato a través de la picadura de la pulga o bien tras ingerirla accidentalmente.
  8. Revisa el ombligo de tu gato en busca de pulgas. Estos insectos pueden llegar a observarse a simple vista, especialmente en zonas con poco pelo, como el vientre. En algunas ocasiones, es posible identificar sus deyecciones, las cuales tienen aspecto de motas negruzcas.
  9. Los huevos de las pulgas pueden encontrarse en todas partes. Tras ser depositados en la piel del gato, caen al suelo. A los pocos días eclosionan y las larvas se resguardan en lugares oscuros y de difícil acceso, como el reverso de las alfombras y de las moquetas, la parte baja de los muebles, etc. Por este motivo, es fundamental no descuidar la limpieza de las zonas donde el gato pasa la mayor parte del tiempo, duerme o descansa.
  10. El comportamiento de acicalamiento de los gatos es una importante función de control de las pulgas. Sin embargo, un exceso de acicalamiento podría ser indicativo de infestación por parásitos.

Mantén a los parásitos lejos de tu gato

Una persona con un gato en sus brazos  Descripción generada automáticamente

La mejor herramienta para el control de estos parásitos es la prevención mediante el seguimiento de pautas de desparasitación adecuadas a las necesidades de tu gato

Como bien sabes, la mejor herramienta para el control de estos parásitos es la prevención mediante el seguimiento de pautas de desparasitación adecuadas a las necesidades de tu gato. También es importante mantener una buena limpieza del hogar y del entorno del gato para eliminar posibles infestaciones presentes, así como para prevenir infestaciones futuras. Aspirar y lavar periódicamente la alfombra, suelo, cojines, camas y otros lugares frecuentados por el gato ayudará a reducir la posible presencia de larvas, pupas y huevos de pulgas.

La lucha para eliminar las pulgas puede parecer difícil, pero no te desanimes. Mantener protegido tu hogar y asegurar la salud de tu gato es posible. Pide consejo a tu veterinario, infórmate sobre las medidas que puedes adoptar, ¡y deshazte de estos pequeños visitantes indeseados de una vez por todas!