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Ventajas de que un niño crezca con mascotas
Sabemos perfectamente que tener una mascota al lado nos da un montón de cosas positivas y que, en general, la compañía de nuestro peludo nos hace ser un poco más felices. Pero, ¿sabes que los niños son los que más se benefician de tener un perro o un gato al lado durante su crecimiento? Te contamos por qué:
1) Porque les ayuda a entender el concepto de responsabilidad
La primera ventaja es quizá más importante, ya que una mascota sirve para que, poco a poco, el niño comprenda e interiorice el concepto de responsabilidad y deberes. Esto se puede hacer poco a poco, empezando por pequeñas tareas como asegurarse de que tengan agua limpia, darles comida cuando corresponda, proceder a cepillar el pelo de nuestro perro o gato o lavarlo cuando sea preciso. Posteriormente se puede ampliar a otras tareas como pasearle (si se trata de un perro) o llevarle al veterinario a realizar los chequeos correspondientes.
2) Porque una mascota fomenta la capacidad de cuidar
Una vez establecido el vínculo entre nuestro peludo y el niño (¡y en algunos casos el vínculo se forja muy rápido!) la primera sensación que se irá generando es la de cuidar. Y no solo por parte del niño, nuestra mascota también desarrollará ese sentimiento y verás que, en poco tiempo, están cuidándose mutuamente el uno al otro.
3) Porque también nos ayudan a enfermar menos
Al contrario de lo que habitualmente pueda pensarse, la presencia de un perro junto a un niño pequeño supone, en muchas ocasiones, un refuerzo del sistema inmunológico del pequeño, que según apunta un estudio, desarrollará una mayor resistencia a enfermedades respiratorias y otras infecciones de esta índole.
4) Porque nos aportan un plus de felicidad
Varios estudios han demostrado que las personas que durante su niñez han estado en contacto con una mascota tienen más facilidades para establecer y mantener relaciones interpersonales. Según estos estudios, la relación con nuestro peludo sirve de estabilizador psicológico, y no solo ayuda a fomentar la alegría y la seguridad en uno mismo, sino que también elimina la tristeza y otras sensaciones desagradables.
5) Porque es un amigo más… ¡y qué amigo!
Otros estudios también apuntan que para uno de cada dos niños el animal es percibido como la principal fuente de apoyo emocional junto a los padres. Un gesto tan sencillo como un niño abrazando a su perro o gato significa, en algunas ocasiones, una búsqueda de alivio emocional o una respuesta a cualquier situación desagradable que esté experimentando. Esta reacción, similar a la que puede suceder entre dos adultos que son amigos, se complementa cuando los propios niños identifican a su peludo como “un compañero de actividades y juegos”. Además, según este estudio, ocho de cada diez niños de entre 9 y 12 años prefieren cualquier actividad de juego con su mascota a jugar con consolas o videojuegos.
Como ves, la presencia de una mascota junto a niños tiene un montón de ventajas. No obstante, es conveniente realizar una buena labor de prevención ante posibles parásitos que pueden no sólo afectar a nuestro peludo, sino que también pueden atacar a los humanos. Por ello, es conveniente consultar con tu veterinario sobre cómo prevenir a tu peludo sobre garrapatas y otros parásitos.
Y tú, ¿crees que tener una mascota en tu infancia te aportó algo positivo? ¡Cuéntanoslo en un comentario!